El gratinado de patatas y puerro es una receta clásica y deliciosa que combina lo mejor de los ingredientes frescos y sencillos con una técnica que garantiza un resultado dorado, cremoso y lleno de sabor. Este plato, con su textura suave y su capa superior dorada y crujiente, es perfecto tanto como guarnición para platos principales como para servirse solo en una cena ligera o un almuerzo reconfortante.
Las patatas gratinadas, también conocidas como "gratin dauphinois" en su versión más tradicional francesa, se caracterizan por la combinación de capas finas de patata bañadas en una mezcla de nata o leche, a veces con queso, que se hornea hasta que estén suaves y doradas. En esta versión, el puerro añade un toque dulce y suave que complementa perfectamente la cremosidad de las patatas.
El resultado es un plato rústico pero sofisticado, ideal para cualquier ocasión, desde una cena familiar hasta una celebración más formal. En este artículo, te mostraremos paso a paso cómo preparar un exquisito gratinado de patatas y puerro que seguro se convertirá en uno de tus platos favoritos.
Este plato requiere ingredientes básicos y fáciles de encontrar, pero la clave está en la calidad de los productos frescos. Aquí te dejamos la lista de ingredientes para preparar esta delicia:
A continuación, te mostramos cómo preparar este delicioso gratinado de manera sencilla y paso a paso. Este plato es perfecto para hacer en grandes cantidades, y el gratinado se puede preparar con antelación y recalentar cuando sea necesario, lo que lo hace ideal para reuniones o cenas familiares.
El primer paso para hacer un gratinado exitoso es asegurarse de que las patatas y el puerro estén bien preparados y listos para ensamblar el plato.
Lavar y cortar las patatas: Pela las patatas y lávalas bien. Luego, córtalas en rodajas finas de aproximadamente 3-4 mm de grosor. Es importante que todas las rodajas sean del mismo tamaño para que se cocinen uniformemente. Puedes usar una mandolina si tienes una, lo que facilitará conseguir rodajas finas y homogéneas.
Preparar el puerro: Lava bien los puerros para eliminar cualquier resto de tierra. Solo utilizaremos la parte blanca del puerro, que es más suave y dulce. Córtalos en rodajas finas.
Preparar la mezcla de nata y leche: En un bol mediano, mezcla la nata líquida con la leche. Añade una pizca de sal, pimienta negra al gusto y una pizca de nuez moscada (opcional). La nuez moscada le dará un toque aromático que complementa muy bien las patatas y el puerro.
Antes de ensamblar el gratinado, es importante cocinar ligeramente el puerro para que su sabor sea más suave y dulce.
Ahora que todos los ingredientes están listos, es hora de ensamblar el gratinado y llevarlo al horno.
Precalentar el horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F) mientras ensamblas el gratinado.
Capa de patatas y puerro: En una fuente para horno previamente engrasada con un poco de mantequilla, coloca una primera capa de rodajas de patata. Asegúrate de que las rodajas estén ligeramente superpuestas. Luego, añade una capa de puerros salteados sobre las patatas.
Repetir las capas: Continúa alternando capas de patatas y puerros hasta que termines con todos los ingredientes. Asegúrate de que la última capa sea de patatas.
Añadir la mezcla de nata: Vierte la mezcla de nata y leche sobre las capas de patatas y puerro, asegurándote de que el líquido cubra bien las patatas. La mezcla de nata es lo que dará cremosidad al gratinado y permitirá que las patatas se cocinen de manera uniforme.
El gratinado de patatas y puerro se cocina lentamente en el horno hasta que las patatas estén tiernas y la parte superior dorada.
Cocinar en el horno: Coloca la fuente en el horno precalentado y hornea durante 50-60 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas cuando las pinches con un tenedor y la parte superior esté dorada y burbujeante.
Añadir el queso: Aproximadamente 10 minutos antes de que el gratinado esté completamente cocido, espolvorea el queso rallado sobre la parte superior y vuelve a colocar la fuente en el horno. Esto le dará al gratinado una deliciosa costra dorada y crujiente.
Dejar reposar: Una vez que el gratinado esté cocido, retíralo del horno y déjalo reposar durante unos 5-10 minutos antes de servir. Esto permitirá que los sabores se asienten y facilitará el corte.
Una vez que el gratinado ha reposado, está listo para ser servido.
Servir caliente: Sirve el gratinado caliente como plato principal o como acompañamiento para carnes, pescados o verduras asadas.
Guarniciones sugeridas: El gratinado de patatas y puerro es muy versátil. Puedes acompañarlo con una ensalada fresca, espárragos a la parrilla o incluso con una proteína ligera como pechugas de pollo o salmón al horno.
Para asegurarte de que tu gratinado salga perfecto en cada ocasión, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a lograr los mejores resultados:
Corte uniforme de las patatas: Es fundamental que todas las rodajas de patata tengan el mismo grosor para que se cocinen de manera uniforme. Si tienes una mandolina, úsala para lograr un corte fino y preciso.
No escatimes en nata: La nata y la leche son esenciales para darle al gratinado su textura cremosa. Si prefieres una versión más ligera, puedes usar leche evaporada en lugar de nata, pero asegúrate de que el gratinado siga siendo lo suficientemente cremoso.
Cubrir las patatas con suficiente líquido: Es importante que las patatas estén bien cubiertas con la mezcla de nata y leche, ya que esto las mantendrá suaves y les dará la textura característica del gratinado.
Si quieres experimentar con diferentes ingredientes o darle un giro a la receta clásica, aquí te dejamos algunas ideas para personalizar tu gratinado de patatas y puerro:
Añadir queso entre las capas: Para un gratinado más cremoso y sabroso, puedes añadir un poco de queso rallado entre cada capa de patatas y puerro.
Incluir otras verduras: Puedes añadir otras verduras como calabacines o espinacas para darle más variedad al plato. Simplemente asegúrate de que estén bien cocidas antes de incorporarlas.
Toque de hierbas: Las hierbas frescas como tomillo, romero o perejil pueden dar un sabor adicional al gratinado. Espolvorea algunas sobre las capas antes de añadir la mezcla de nata.
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